jueves, 5 de septiembre de 2013

Todos contra los maestros mexicanos: el linchamiento mediático

En los últimos días las manifestaciones públicas, marchas y protestas de miles de maestros integrantes de la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), han puesto en serios predicamentos a la capital del país. Los docentes provenientes de diversas entidades, piden la anulación de la reforma educativa.
Por: Noé Alí Sánchez Navarro /  @noesanz
Esta reforma fue promulgada a inicios de este año y lejos de ser asumida por los maestros como un cambio importante ha sido vista como una imposición del Estado.
La reforma educativa es uno de los estandartes de los cambios estructurales que ha propuesto el presidente Enrique Peña, a través del llamado Pacto por México. La misma reforma atrajo la atención de la opinión pública a raíz de la detención de la líder del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación, Elba Ester Gordillo; el mensaje fue contundente, venía un cambio y este se daría a costa de lo que fuera.
Entre otras cosas, la reforma educativa propone la creación del Servicio Profesional Docente, que pretende que se reconozca la formación y los logros de los maestros; y el fortalecimiento del Instituto Nacional para la Evaluación de la Educación, que dotaría al Instituto de facultades para realizar los cambios necesarios que se vayan detectando en el sistema educativo.
Para México el cambio en educación es urgente y necesario, creo que en eso no hay duda, si una nación quiere mejorar sus condiciones de desarrollo, tiene la obligación de invertir sus mejores esfuerzos en la educación, especialmente a nivel básico. Pero, ¿no cree usted que un cambio de esta magnitud, y sobre todo que implica a tantos actores, debe de considerar, como mínimo, a los constructores del aprendizaje?
Los medios de comunicación han condenado a todos los maestros, basta con mirar los principales periódicos nacionales. El imaginario social cree que los maestros son irresponsables y violentos. 
La molestia de los maestros radica principalmente en los siguientes temas. Primero, a los maestros jamás los tomaron en cuenta en la construcción de la reforma educativa, lo que ha provocado que exijan que la misma, debe ponerse a consideración, de tal manera que beneficie a todas las partes.
La segunda, que el cambio propuesto se asemeja más a una reforma laboral en el sector educativo, ya que la aprobación de la Ley del Instituto Nacional para la Evaluación (INEE), modificaría considerablemente el proceso de ingreso y permanencia, porque a través de una evolución estandarizada se determinaría si los profesores están aptos para iniciar o continuar en servicio.
Todo lo anterior ha generado una cobertura mediática impresionante. La televisión, radio, prensa y espacios virtuales han dedicado mucho tiempo para informar sobre las manifestaciones de la CNTE, desde la obstrucción de calles y avenidas, hasta la toma del Congreso de la Unión y del acceso al Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
Esta situación ha provocado el malestar de muchos ciudadanos y los medios la han transmitido una y otra vez. Pero, lo que pocos han dejado ver a través de sus espacios, son las inconformidades y exigencias de los maestros.
Los medios de comunicación han condenado a todos los maestros, basta con asomarse a las primeras planas de los principales periódicos de circulación nacional para darse cuenta de ello. El imaginario social está en la creencia de que todos los maestros son irresponsables, vándalos y violentos, y en eso, los medios tienen mucha responsabilidad: han roto toda posibilidad de empatía de la sociedad con la causa de los maestros.
Esta postura de muchos medios no deja ver muchas cosas, o mejor dicho, permite ver solo unas cuantas, y eso es grave. La agenda informativa, las editoriales, las notas y demás contenidos mediáticos han hecho ver que un problema urgente y de importancia nacional, se reduzca a culpar y condenar a uno solo de los responsables, y eso me parece una ligereza enorme.
Pensar que la reforma lo resuelve todo es estar en un error, mucho menos si ésta tiene en contra a los maestros.
La realidad de la educación en México tienen muchos responsables, ciertamente en ellos están incluidos los maestros, pero también están los padres de familia, los directivos, los responsables de la educación a nivel estatal y federal e incluso, la misma sociedad.
Pensar que la reforma lo resuelve todo es estar en un error, mucho menos si ésta tiene en contra a los maestros. El problema de la educación en México es estructural, y como tal hay que afrontarlo. Si le vamos a exigir a los maestros que se capaciten y permitan ser evaluados, entonces empecemos a preocuparnos porque todos, sí, todos los maestros, tengan un espacio digno donde laborar.
Porque aunque duela, en México siguen existiendo escuelas donde no hay servicio eléctrico y en otras donde ni siquiera hay salones y así, en esas circunstancias, hay quienes continúan con su labor.
Desde la mirada de los medios, a la ciudadanía le duele el tráfico, el desorden en las calles y llegar tarde al trabajo; mientras que los maestros tienen miedo a ser evaluados y su lucha se basa en un discurso sin propuesta. Pero si los medios de comunicación fueran equilibrados, podríamos darnos cuenta de que la realidad es distinta.El linchamiento mediático a los maestros no nos sirve de nada, es un bombardeo innecesario que no nos deja ver que la educación es un tema que nos corresponde a todos. La educación no puede ni debe de ser excluyente, no debe de reducirse a un solo actor, ni utilizarse como pugna política. Simplemente porque ahí está nuestro futuro.
Necesitamos a los maestros en los salones de clase, impartiendo clase y compartiendo su conocimiento, si a los medios les interesa tanto como lo han hecho ver estos días, estoy seguro que eso estará en las primeras planas.

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