viernes, 15 de noviembre de 2013

Una amenaza mortal acecha a México: La impunidad

A las autoridades mexicanas les importa muy poco esclarecer los asesinatos, las agresiones y desapariciones de periodistas. Así lo han dejado ver los pocos o nulos avances de las investigaciones sobre varios casos, la mayoría de ellos, archivados.
Por: Noé Alí Sánchez Navarro / @noesanz
Organizaciones como Reporteros sin Fronteras (RSF), Artículo 19 y la misma Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH), han informado de que en México, del año 2000 al 2013 han sido asesinados más de 80 periodistas.
Es un hecho que ser periodista en México es una profesión de alto riesgo. Además de las agresiones y amenazas de los grupos del crimen organizado de las que son objeto, e incluso por mismas autoridades, no hay que olvidar la poca protección con la que cuentan para realizar su trabajo.
En mayo de este año, en el marco del Día Mundial de la Libertad de Prensa, el Comité para la Protección de los Periodistas (CPJ) dio a conocer una lista de los 12 países con mayores índices de impunidad en casos de periodistas asesinados, donde México ocupa el séptimo lugar. Además, según la misma organización, es el país donde desaparecen más periodistas.
El pasado 13 de noviembre se cumplieron cinco años del asesinato del periodista José Armando Rodríguez Carreón, “El Choco”, como le decían sus amigos. Hasta esta fecha, la Fiscalía de Atención de Delitos Cometidos contra la Libertad de Expresión (Feadle), que tomó el caso hace pocos meses, no tiene avances que resulten significativos. 
Fue precisamente en el 2008, año que representó el inicio de las más fuerte crisis de inseguridad y violencia que haya pasado Ciudad Juárez, cuando Armando Rodríguez fue asesinado afuera de su casa. Le dispararon 10 veces con un arma de 9 milímetros.
El motivo del asesinato se desconoce. Aunque se sabía, incluso por las mismas autoridades, que Armando había sido amenazado tiempo antes del atentado, no se hizo nada para protegerlo.
Armando era uno de los periodistas más leídos en la ciudad, sus notas y artículos eran contundentes y críticos. Contaba con más de 10 años de experiencia en los medios y fue un periodista ampliamente reconocido por la policía. Para sus colegas, su trabajo permitió descubrir muchas cosas relacionadas con la inseguridad en la ciudad, redes de corrupción y narcotráfico.
Desde sus inicios, la investigación sobre Armando ha sido deficiente y llena de irregularidades. Cada año que pasa hay algo nuevo, algo que no engrana con lo que se había investigado anteriormente; hay muchos nombres y apodos pero no hay culpables.
La red de periodistas de Ciudad Juárez ha estado al pendiente del proceso y ha denunciado que en la investigación no hay avances, ni con las autoridades del estado ni con las federales. Ya desde el 2012 esta organización había denunciado que no existían rastros de los autores materiales e intelectuales del crimen, lo que para esta organización significa que no hay intenciones de las autoridades por resolver el caso de Armando.
En el 2010, el entonces presidente Felipe Calderón, dijo que la investigación ya había concluido, cosa totalmente falsa. Ahora, para este quinto aniversario, la fiscalía ha dado a conocer una sexta versión de lo sucedido, la cual dice que el responsable del crimen ya está muerto.
Otra organización dedicada a la defensa de la libertad de expresión y que ha seguido el caso, es Artículo 19 México. La organización ha denunciado, a través de diferentes espacios, los asesinatos y desapariciones de periodistas, y ha exigido al Estado su resolución.
Obviamente, el problema central es la violencia, porque cualquier país que tenga condenada y callada la voz de sus informadores está atentando directamente contra una sociedad que desea estar informada, pero también representa la poca capacidad de las autoridades en cada uno de los casos, los mismos que van dejando en el pasado, empolvándose y haciéndose viejos.Esta organización presentó una campaña llamada #ImpunidadMata, que tiene como objetivo visibilizar los hechos impunes sobre periodistas que hay en México. En esta campaña de documentales aparece la historia de Armando Rodríguez, que da cuenta de la serie de rezagos que han existido en la investigación desde sus inicios.
Pero lo que no se hace viejo es el dolor de la ausencia y la impunidad, eso sigue ahí, no se va, permanece y asfixia, se hace presente cada día para los familiares y amigos de Armando, porque cada año que pasa es lo mismo: los avances son nulos y no van a ninguna parte.
Como el caso de Armando hay muchos más. Desde el mandato de Felipe Calderón, el gobierno ha simulado que hace algo por los periodistas, lanzando campañas, protocolos de seguridad, discursos y acciones que terminan fracasando. Ninguna autoridad, ni estatal ni federal, se preocupan por este tipo de situaciones en profundidad.
En conclusión, no hay indicios de que se le hará justicia a la libertad de expresión.
Lo anterior es clara muestra de que asesinar a un periodista en México, no tiene consecuencias y eso es extremadamente grave. Con ello, se demuestra que la libertad de prensa y de expresión es simulada, está compuesta por mentiras y está condenada.
Los crímenes, amenazas y asesinatos a periodistas en México se investigan poco, mal o nada. 

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