viernes, 11 de octubre de 2013

Show a la mexicana: Crónica de una tragedia anunciada

El pasado 5 de octubre quedará marcado como una de las fechas más trágicas y dolorosas para el país, el espectáculo denominado “Monster Truck”, realizado en el marco de las actividades del Extremo Aeroshow 2013 en la ciudad de Chihuahua, pasó de ser una tarde familiar a una noche de luto en un breve instante. 
Por: Noé Alí Sánchez Navarro / @noesanz
Las imágenes son impactantes, desgarradoras e incomprensibles; entre más las ves, menos entiendes cómo se permitió hacer un espectáculo de ese tipo en esas condiciones. Fuera de toda lógica lo más probable sucedió: un accidente mortal.
Nueve personas murieron (hasta este momento), entre ellas menores de edad, y más de cincuenta resultaron heridas, algunas aún se encuentran hospitalizadas. El incidente se originó cuando una camioneta alterada y reconstruida para este tipo de espectáculos, denominada “Big Show”, embistió a una parte del público asistente después de realizar un segundo salto sobre vehículos que se encontraban en el centro de la improvisada pista.
Lo sucedido fue el resultado de una secuencia de grandísimas irregularidades. El evento se realizó en un parque llamado “El Rejón”, mismo que no cuenta con las condiciones mínimas para albergar un evento de este tipo. Aunado a eso, la seguridad tanto para los espectadores como para los conductores de las camionetas, era de nula a inexistente.
Para empezar, gran parte del público estaba de pie, ¡sobre la pista! sin ninguna barrera que delimitara el espacio en el que debían de estar, mientras que aquellos que estaban sentados, lo hacían sobre unas gradas, también improvisadas, de lámina y sin ninguna barrera de contención.
Este tipo de espectáculos, que regularmente se realizan en los Estados Unidos, se han empezado a presentar en México desde hace tiempo. De hecho, en la ciudad de Chihuahua no era la primera vez que se realizaba. Pero, aunque las comparaciones en este momento no sirven de nada, la verdad, es que la seguridad, logística y ejecución de este tipo de eventos de un país a otro, tienen un mundo de diferencia.
Segundos después del fatal accidente, todo era confusión, las personas corrían de un lugar a otro, desesperadas, asustadas y aterrorizadas.
El Extremo Aeroshow 2013, se realizaba en el marco del cierre de la gestión como presidente municipal de Chihuahua, de Marco Adán Quezada Martínez. De alguna manera representaba su última actividad pública, previa a su tercer y último informe de gobierno, que fue suspendido por el accidente.Así se puede ver en los varios vídeos que están circulando en internet, mismos que fueron tomados por personas que se encontraban en otro punto del parque, y que lograron captar el preciso instante del accidente. Los cuerpos de seguridad atendieron inmediatamente la situación, pero ni eran suficientes ni estaban preparados para una contingencia de esa proporción.
Ante un suceso de estas magnitudes, es indudable que tiene que haber responsables y es ahí donde viene lo más delicado de la situación, porque parece que, como es una costumbre en México, el hilo se romperá por lo más delgado.   
Los empresarios han culpado al conductor de hacer mal el recorrido. Francisco Velázquez Samaniego, quien manejaba la camioneta y que sobrevivió al accidente, asegura que durante la maniobra ocurrieron varios accidentes.
Primero, perdió el casco que llevaba puesto y posteriormente se golpeó contra unos tubos quedando inconsciente. Perdió el control del volante y atropelló a parte del público que se encontraba en esa zona.  
Los organizadores se han deslindado de toda responsabilidad. Tuvieron que pasar tres días para que el representante de la empresa hiciera acto de presencia. Su postura: el conductor de la camioneta es el total responsable por haber cambiado la rutina.  
En este aspecto hay dos situaciones a destacar: En primer lugar, un día antes, se había presentado el mismo espectáculo, y aunque la camioneta no pudo realizar la segunda vuelta por una falla mecánica, el plan era el mismo para los dos días.

En segundo lugar, en los vídeos se puede apreciar que en ningún momento hay alguien que realice alguna señal o indicación para que el segundo brinco no se realice. Es decir, si los organizadores sabían que ese no era el recorrido, ¿por qué no lo detuvieron?
La sorpresa e inconformidad por parte de la sociedad no se ha hecho esperar. Hoy en día, las redes sociales se han convertido en un detonante de la protesta e inconformidad social.
A través de una cuenta de Facebook que cuenta con más de 44,000 seguidores, se ha brindado apoyo a Francisco Velázquez Samaniego, nombre real del conductor de la camioneta, con la intención de que se castigue a todos los responsables, entre ellos a los organizadores y a las mismas autoridades que aprobaron el evento.
Otro de los movimientos ha sido una carta virtual dirigida al gobernador del Estado de Chihuahua y también en apoyo al conductor. Al término de este artículo contaba con 32,573 firmantes.
Ante lo sucedido, queda claro la gran ausencia de seguridad en el evento. Con el paso de los días se han dado a conocer más cosas que apuntan hacia la omisión por parte de las autoridades correspondientes en lo que refiere a un espectáculo de esta naturaleza. La lógica parece sencilla: ante espectáculos extremos, seguridad extrema. Ésta última no fue invitada.
Aunque algunas personas indican que el recorrido que hizo el conductor no era el adecuado o el previsto, está claro que si lo hubiera hecho en el sentido contrario de igual manera hubiera terminado por arrollar a las personas que estaban en las gradas, que tampoco contaban con la protección adecuada.
Lo que más me duele, además del sufrimiento de la gente, es que seguramente no aprenderemos de esta experiencia, que las autoridades seguirán aprobando este tipo de eventos que, lejos de promover el entretenimiento y esparcimiento familiar, terminan por poner en riesgo la vida.
Entiendo el dolor y coraje de los familiares de las víctimas, pero si queremos que esto no vuelva a pasar en ningún lugar del país, es importante que la justicia no dependa de nombres y puestos. Al rompecabezas de la tragedia ¨Monster Truck¨, le faltan piezas y responsables, entre otros, los organizadores, las autoridades de gobierno y protección civil.

No puedo imaginar a Francisco Velázquez Samaniego con la intención de provocar esta tragedia, asumo que lo hizo como una vuelta más, como parte de su trabajo, sólo que en esta ocasión, la negligencia y nula seguridad marcaron la crónica del trágico recorrido.

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